La situación dentro de Radio Nacional Santa Fe no es buena,
no es nueva, es mala, está todo mal.
Todo mal, desde el ascensor hasta el
techo. Desde las entrañas hasta el aire.
Entre los unos y los otros. Entre la
profesionalidad y la política.
La radio pública no transmite en las mejores condiciones
técnicas y edilicias. No es nuevo.
La radio pública tiene enfrentamientos entre sus empleados
de planta permanente y contratados.
No es bueno.
Nada es nuevo, nada es bueno. Todo suena mal en los pasillos
y repercute al aire.
Qué es lo que pasa en
el séptimo piso del edificio del Correo?
Pasa que hay denuncias y
acusaciones cruzadas entre los dos grupos de trabajadores. Los de planta
permanente que son acusados de “personeros”, “desestabilizadores”, “quiosqueros”,
“mentirosos”, etc. Y los trabajadores
contratados quienes serían los “politizados k”, “personeros”, “agresivos”, “maltratadores”,
etc.
El eje de la disputa tiene nombre y apellido de director de
radio. Del actual director de Radio Nacional
Santa Fe, Daniel Ríos, proveniente FARCO, Asoc. Argentina de Radios Comunitarios. Para unos
llegó a la radio para cambiar los malos manejos y aceitar la maquinaria anquilosada que una
emisora que ya no es la de antaño. Y, al parecer, en eso estaba cuando a los otros no les gustó la
forma y el modo de dirigir el rumbo de la “Nueva Nacional”.
Entonces llegaron las denuncias sobre censura, maltratos verbales y físicos, persecuciones ideológicas ; ante la justicia
y ante los gremios a quienes se les solicitó
su intervención para convalidar las presentaciones y garantizar el trabaja
digno.
La Asociación de Prensa
expresó que debe responder a todos, en su conjunto, y diplomaticamente abogó por una
solución inmediata y consensuada.
Los gremios de Operadores y Locutores acompañaron lo
expresado por quienes se sienten perseguidos, es decir, los de planta permanente.
Los colegas de otros medios se solidarizaron tanto con unos
como con otros. Lógico.
El oyente quizás no comprende el meollo del asunto pero
quiere que Nacional sea la radio de antes, la que llegaba y se escucha bien en
todos lados.
Este malestar laboral
lleva meses, casi un año y siguen los choques entre colegas que deben
cruzarse, mirarse fijo a los ojos y
hasta pararse con firmeza para marcar terreno y no perder lugar en el espacio
de todos. Lamentable.
Resta saber qué decisión firme se tomará desde la dirección
de la radio porque hasta el momento sólo se oyó a sus colaboradores cercanos,
que, como piezas de ajedrez salieron a dar batalla y desacreditar comentarios
adversos en nombre de…
Los comentarios de pasillo ya indican que se le “solicitará” a Ríos dar un paso al costado para que alguien más tome las riendas, se ponga a trabajar de inmediato solucione el conflicto, maniobre las partidas y logre que la radio no siga cayéndose a pedazos.
Tal vez una mujer?